Manto Gris

Un gran e inmóvil manto gris que tiende hacia el horizonte hasta perderse con las estrellas, pequeños retazos blancos que nacen de la nada y vuelven a la nada sobre esta efímera superficie, una gran prolongación de algún material sintético que se extiende sobre otra superficie parecida a la anterior pero menos maléfica (la cual se une con la otra en una estúpida y bella danza), un gran elefante mecánico que carga a 4 haces de luz en su barriga y resulta que uno de estos haces de luz se escapó justo en el momento en el que el elefante pasó sobre esta prolongación, y fue capaz de admirar un gran e inmóvil manto gris que tendía hacia el horizonte hasta perderse con las estrellas.

Él era una de ellas ¿no? ¿O era qué ya había dejado de serlo?

“Todo haz de luz es una estrella que todavía no está en el cielo” se decía, pero nadie nunca lo vio tomar vuelo.

¿Y acaso no estamos ya suspendidos en el cielo?